¿Qué es la Metamedicina®?

“La Metamedicina es primero y ante todo una medicina de despertar de la conciencia que guía a la persona que se compromete en este proceso a gobernar con más maestría su propia vida.”
Claudia Rainville

La Metamedicina fue creada en 1987 por Claudia Rainville, bióloga clínica nacida en Quebec. El prefijo meta significa en griego más allá; en sánscrito es un concepto que puede traducirse como amor o compasión.

Como todos hemos comprobado en nuestra vida, la enfermedad es una manifestación física que nunca es ajena a las vivencias y experiencias de una persona o grupo, por lo que siempre irá ligada a algún tipo de malestar profundo que no ha podido ser expresado o resuelto. Vista de este modo, toda patología es la manifestación del conjunto de esfuerzos de nuestro organismo para afrontar una situación que le es perjudicial o desfavorable (homeostasis).

Si tomamos el símil de un iceberg, la Medicina se ocupa de la parte visible (fiebre, infección, dolor…); en cambio, la Metamedicina se ocupa de la parte  sumergida del iceberg, de lo que está escondido en la memoria emocional, de las programaciones y creencias inconscientes que se generaron como mecanismo de supervivencia ante hechos dolorosos y que vuelven a activarse una y otra vez en nuestra vida generando limitación, malestar psíquico o enfermedad.

Así pues, de manera complementaria a la Medicina (que diagnostica y prescribe medicamentos), la Metamedicina nos aporta esa otra parte relacionada con lo vivencial, con lo emocional, con lo sentido, para encontrar una compresión global y, por tanto, la coherencia que en la vida de la persona tiene esa enfermedad o dificultad vital.

Este sistema ayuda a la persona a tener una visión completa de lo que le genera una determinada patología, síntoma o enfermedad y puede encontrar la lección evolutiva que esta circunstancia aporta a su vida.
Siguiendo a la doctora Elisabeth Kübler-Ross “Cuando un síntoma ya no es necesario, desaparece”.

La Metamedicina nos aporta las claves emocionales de todo tipo de dolencias, enfermedades y malestares físicos, psíquicos y relacionales. Trabaja enseñándonos a entender el lenguaje del cuerpo y ayudándonos a reconstruir la historia de nuestro malestar para que nos hagamos las preguntas adecuadas que nos permitan tomar consciencia de lo que nos impide vivir con plenitud.

Es pues, un proceso de toma de consciencia que nos permite asumir la responsabilidad de nuestra propia curación y sanar las heridas del pasado para que el síntoma no necesite volver a manifestarse.
Nos permite hacernos responsables de nuestras dificultades y malestares y tomar las riendas de nuestra propia vida.

¿Cómo actúa la Metamedicina?

“Ninguna falta de armonía que se manifieste y que podamos llamar dolor, enfermedad, inflamación, enquistamiento, hemorragia, psicosis, traumatismo o cualquier otra, aparece sin razón alguna”

En la naturaleza nada va en contra del mantenimiento de la vida. Hay creación y destrucción, y ambas trabajan a favor de la vida y de su mantenimiento en diferentes niveles. Todo se transforma, y la vida persiste cambiando constantemente de forma.

Los seres humanos somos parte de la Naturaleza y nuestro cuerpo se rige exactamente por las mismas simples e implacables leyes que rigen la materia; sólo la mente humana es capaz de creerse la ilusión de que somos diferentes e incluso de llegar a pensar que las leyes naturales no afectan nuestra parte material de la misma manera que al resto de los seres vivos. La sociedad occidental ha creado una estructura social, económica, cultural y política que nos ha alejado casi completamente de nuestro cuerpo, de los ciclos y ritmos naturales, de nuestros sentimientos y emociones, en definitiva de lo más próximo, del lugar sagrado donde se hallan las claves de nuestra sabiduría, de nuestro bienestar, de nuestra felicidad; del lugar donde la vida tiene sentido y donde podemos encontrar todo lo que necesitamos saber para llevar una vida gozosa y feliz. Lo espiritual y lo orgánico convergen en un mismo punto donde se convierten en la misma cosa.

En el cuerpo humano, como en la naturaleza, cada parte, cada órgano, desempeña un papel concreto en el mantenimiento, adaptación y protección de todo el organismo. Todo tiende a buscar una solución a favor del mantenimiento de la vida.

Visto así, lo que llamamos ‘enfermedad’ es sólo un cambio más, un movimiento hacia la recuperación del equilibrio. Este movimiento biológico de cambio y adaptación, de búsqueda de equilibrio en definitiva, tiene, por tanto, una lógica, un sentido, y sigue unas leyes naturales en el fondo muy sencillas de entender.

Por otra parte, todos llevamos dentro un niño o una niña herida por sucesos de la infancia que vive aún protegiéndose inconscientemente de aquel sufrimiento.

Nuestro cerebro límbico, programado para la supervivencia, guarda en su memoria las reacciones que en un momento de peligro nos fueron favorables para evitar un daño (por ejemplo aguantarnos la rabia y callar para no recibir una paliza, tener miedo al agua porque un hermano murió ahogado, etc…).

Por eso, cada vez que nos sucede lo mismo o algo parecido, reaccionamos de la misma manera aunque ahora nos suponga un problema o una limitación (no ser capaz de reclamar mis derechos cuando abusan de mí o no poder disfrutar en la piscina con mis hijos porque no aprendí a nadar).

Así llegamos a la vida adulta llenos de emociones que no comprendemos y con una vida llena de limitaciones.

O lo que es lo mismo, volvemos a encontrarnos con situaciones y circunstancias semejantes (personas, parejas, enfermedades, soledad, carencias, migraciones…) que nos llevan a sentir aquella misma ira, miedo, vergüenza, abandono, traición, resentimiento… que sentimos en aquel momento.

Así, si comprendemos cómo actúa una determinada parte de nuestro organismo y lo que representa cada uno de sus tejidos y órganos, podemos ver claramente en los síntomas, es decir, en sus manifestaciones, un lenguaje claro que describe y refleja aquello que estamos viviendo, sintiendo, ocultando, anhelando, recordando o intentando solucionar.

Partiendo de las claves de la Metamedicina, elaboradas por su creadora, la microbióloga clínica Claudia Rainville, la Metamedicina nos enseña a formularnos las preguntas apropiadas para indagar en la causa de nuestro malestar o enfermedad, encontrar la emoción o sentimiento que se sigue activando y la vivencia que los originó.

Descubrimos así las ecuaciones que quedaron grabadas en nuestra memoria emocional, es decir, esas creencias, esas órdenes, que permanecen activas en nuestro inconsciente y que se activan aunque sepamos que no nos hace bien.

La Metamedicina es un método que nos lleva a contactar con nuestra memoria emocional para liberarnos del dolor acumulado y acceder a un auténtico perdón. Nos da los recursos necesarios para gestionar aquello que hemos comprendido y emprender las acciones liberadoras que nos permitan tener una vida más plena.

Pero la Metamedicina se interesa por algo más que la curación del cuerpo físico, puesto que se centra en la asimilación de la lección de vida que debemos aprender para evolucionar como seres humanos. Por tanto, la Metamedicina es una auténtica medicina del cuerpo y del alma que nos ayuda a vivir en paz, con calidad, felicidad, bienestar y agradecimiento cada día de nuestra vida.

¿Por qué elegir la Metamedicina?

  • Porque no es invasiva ni lucha contra ningún enemigo, sino que acoge a la persona completa como ser único que es, con lo que hay en su consciente y en su inconsciente, con lo que vive y lo que siente y con lo que expresa su cuerpo a través de los síntomas que se manifiestan.
  • Porque la Metamedicina tiene un enfoque ‘femenino’; es decir, que trabaja básicamente con el hemisferio derecho del cerebro, es un método que atiende a la totalidad del ser humano que se acerca a ella, que acoge en su totalidad lo que es física, psíquica, emocional y espiritualmente, y no una sola parte de él o ella.
  • Porque busca el origen y la causa del malestar y te ayuda a erradicarlo con amor para que no vuelva a repetirse.
  • Porque trabajar con la Metamedicina significa curarse desde el amor por uno mismo.
  • Porque significa aprender a ser dueño/a de ti y a hacerte responsable de lo que vives.
  • Porque la Metamedicina te enseña a hacerte cargo de tu propia felicidad. Porque te ayuda a liberarte de emociones, creencias y programas de vida que no te son favorables.
  • Porque la Metamedicina te permitirá aprender las lecciones de vida que se esconden detrás de cada síntoma o malestar que te harán evolucionar hacia una vida más plena.
  • Porque la Metamedicina no es medicina y ni siquiera una alternativa a ésta: no hace diagnósticos, no prescribe medicamentos ni da consejos de salud; y porque tampoco es psicología puesto que va más allá de nuestra parte mental y cognitiva: la Metamedicina atiende al ser humano completo en su dimensión física, mental, emocional, vivencial, espiritual y trascendente.
  • Porque suele ser muy efectiva en los casos en que se repiten siempre los mismos síntomas o problemáticas vitales. Y también en los casos de enfermedades autoinmunes, enfermedades raras, o que no se adaptan a ningún diagnóstico claro, porque la Metamedicina escucha y atiende a lo que hay detrás del síntoma y de los órganos afectados, a lo que éste está manifestando y a lo que cada persona siente y vive de forma única y especial y no a las etiquetas, nombres o estadísticas.
  • Porque con la Metamedicina indagas tú mismo en las causas profundas, tanto conscientes como inconscientes, que hacen ‘necesaria’ y coherente la aparición de tu malestar o enfermedad y aprendes a hacerlo ante cualquier circunstancia, por lo que adquieres autonomía y la responsabilidad de tu propia sanación.

La Metamedicina te ayudará a comprender el origen y la causa emocional y vivencial de las enfermedades para que puedas vivir tu vida con más calidad y armonía.

Claudia Rainville, creadora de la Metamedicina®

Claudia Rainville nació en Quebec, de una familia muy humilde, se dedicó durante más de 10 años a la Microbiología hasta que, en 1984, creó la Metamedicina.

Durante más de 40 años ha investigado enfermedades y malestares de todo tipo. Gracias a su enfoque y a su carácter compasivo y amoroso, ha ayudado a miles de personas a sanar sus enfermedades y a conseguir una vida más plena.

Gran comunicadora y conferenciante, ha escrito más de una decena de libros que han sido traducidos a diferentes idiomas, entre los que cabe destacar Metamedicina. La curación a tu alcance, un long-seller imprescindible para tantas y tantas personas en el camino de su autocuración, El gran diccionario de la Metamedicina, un diccionario exhaustivo donde encontrarás las claves de pràcticamente todas las patologías o Crea tu nueva vida. Hemos nacido para ser felices, no para sufrir, entre otros muchos que encontrarás también en italiano y francés.

Aquí tienes una entrevista que le hizo la revista Tú Mismo (marzo 2013) a Claudia Rainville, la primera vez que visitó España.